Está ahí, atascado, con un par de ramas. Antes me faltaba la tiza blanca pero ahora la tengo; sólo me falta voluntad y terminar de una vez por todas. Pero hoy no, hoy, ahora, tengo sueño. Me voy a dormir, mañana tal vez lo termine. Uno nunca sabe. También tengo que leer
El Matadero pero... uno nunca sabe. Y en Febrero tengo que aprobar Literatura pero... uno nunca sabe. ¡Qué feo es no saber que va a suceder!
Aunque esa es la razón por la que vivimos, no?