martes, 19 de enero de 2010

# La pizza... ¿Porqué detesto la pizza del Delivery? Una larga historia. Yo era una chica bastante superficial, no necesariamente mala persona, ni discriminadora, simplemente necesitaba estar a la moda y tener todo lo que requiería eso. Era la época en que iba al club, y me relacionaba con los chicos de Rugby; pero mi grupo de amigos no era ese, sino los de Basket y las chicas de Voley (el deporte que practicaba). La pasabamos genial, tardes en el club, noches en la casa de alguno, comiendo pizzas. Delivery obviamente. Pero algo en mí empezó a cambiar, o mejor dicho empezó a crecer y era la obsceción por estar aceptada en el grupito top de San Fernando. Entonces debía ser más flaca, y para eso no tenía que comer ni esto ni aquello; ni hablar de las "Pizzas Delivery".
Así fue como me negué a comer esa grasosa delicia; no me moría de hambre porque me alimentaba con barritas de cereal y fruta; cuando tenía o aparecian unas ganas irresistible de comer algo "calórico" lo equilibraba con la cena y el almuerzo, no más de 900 kcal por día y eso era demasiado; lo anotaba en mi libretita como me había enseñado una vez la nutricionista. En mi casa era fácil, siempre trataba de ir a "comer" al club con las chicas o antes de gym, y a la noche, cuando nos juntabamos la banda de chicos y pedíamos las Pizzas Delivery, yo no comía porque "ya había comido en mi casa" y viceversa. Guardaba mi estómago para comer lo que más disfrutaba, lo dulce.

No es que no me guste la pizza delivery... Con los años me di cuenta que sólo es un trauma, más fuerte que yo, no puedo estar con amigos comiendo pizzas, ya que representa una unión que tuve hace mucho con ese grupo de grandes amigos, que un día perdí por mi estúpida manera de pensar.